Universidad Arroyo Seco.

Iglesia de Cristo en Constituyentes.

Universidad Arroyo Seco.

El entrenamiento, en cualquier campo, es de suma importancia. Lo es para poder ser un soldado listo para la batalla, y los es en el mundo laboral para poder ejercer una profesión. Para muchos serán experiencias nuevas, mientras que, para quienes han pasado por ese campo de entrenamiento, será lo que los ha preparado para ser eficaces en la profesión a la que se dediquen. Mientras están en el proceso, experimentarán trabajos duros. Aprenderán disciplina, y sin duda alguna, alcanzarán la madurez necesaria para cuando ingresen a la carrera del campo laboral.

Por supuesto, el lado positivo de todo el entrenamiento, la disciplina y la presión es que la persona se vuelve más fuerte, más disciplinada y más madura. Se transforma de un hombre común en un profesional, listo para la faena laboral. El universitario aprende mucho en su corto tiempo en la universidad. Sin embargo, lo que aprende en el campo de entrenamiento es esencial para ser excelente.

De la misma manera, Dios tiene un lugar por el que debe pasar cada uno de sus hijos. Tiene una universidad, una experiencia de formación para cada uno de los que se propone utilizar. Elías está a punto de inscribirse en esta universidad en los versículos que estamos considerando esta mañana. Cuando pensamos en Elías, generalmente hay dos eventos que parecen caracterizar su vida. El primero es el hecho de que fue llevado al cielo en un carro de fuego. El segundo tiene que ver con su gran victoria en la cima del Monte Carmelo. Creo que debemos recordar, que antes de que se pueda confiar en que nos paremos en el monte Carmelo, primero debemos pasar por el arroyo seco. Lo que estoy tratando de comunicar es la verdad de que antes de que Dios pueda usar a sus siervos, debe entrenarlos. Antes de poder usarnos grandemente ante los hombres, primero debe quebrantarnos ante sí mismo.

Sin duda, todos los hijos de Dios hoy, quieren ser usados ​​por el Señor. Sin embargo, antes de que eso suceda, primero debemos pasar por la Universidad de Dios. Hay lecciones que debemos aprender. Hay cursos que debemos tener. Antes de que Dios pueda colocarnos en el campo de batalla como soldados de la cruz, primero debe enviarnos al campo de entrenamiento. Esta no es una verdad en la que disfrutamos pensar, pero es lógico que antes de que Dios realmente pueda usarnos, primero debe quitarnos todo lo que impide que se haga su voluntad.

Por lo tanto, unámonos a Elías esta mañana mientras se inscribe en la Universidad Río Seco. Su experiencia contiene varios elementos de verdad que debemos explorar juntos hoy. Estas cosas lo ayudarán cuando sea el momento de inscribirse en la universidad de Dios.

ESTA UNIVERSIDAD ES EL LUGAR QUE DIOS ESCOGIÓ.

1 Reyes 17:2-4, “Y vino a él palabra de Jehová, diciendo: Apártate de aquí, y vuélvete al oriente, y escóndete en el arroyo de Querit, que está frente al Jordán. Beberás del arroyo; y yo he mandado a los cuervos que te den allí de comer”

Elías acaba de comparecer ante el Rey de Israel y entregar el mensaje de juicio que Dios le había dado. Ahora, la siguiente palabra de Dios, es el mandato de esconderse. Esto es extraño. Tal vez muchos de nosotros podríamos pensar que no era necesario esconderse, pero, debemos recordar que los caminos de Dios no son los nuestros. De hecho, bien podemos decir que Dios tienen un plan. Él quiere transformarlo de “Elías tisbita” (v. 1), a Elías, el “varón de Dios” (v. 24). Para lograr esto, Dios envía a Elías a su escuela.

¿Dónde está ese lugar? Según el versículo 3, está “en el arroyo de Querit”. Como ya se los he dicho, el nombre Querit significa “cortar”. Dios ha apartado a Elías de la vista del público para poder moldearlo a su voluntad, cortando de él todo lo que estorbe para realizar los planes que Dios tiene.

Una de las lecciones más difíciles que el hijo de Dios aprenderá jamás, es que Dios debe enviarlo a “Querit”, justo antes de poder usarlo para Su gloria. Debe esconderlo y cortarlo para que la imagen del Señor se revele más claramente en él. Así, como el platero calienta la plata y quita la escoria hasta que pueda ver su imagen en la plata, así Dios obrará en nuestras vidas para llevarnos a ese lugar donde su imagen se ve en nosotros.

¿Cuál es la naturaleza de ese lugar? Dice el verso 3, que ese lugar, es un lugar escondido. El texto dice, “Apártate de aquí, y vuélvete al oriente, y escóndete en el arroyo de Querit, que está frente al Jordán”. Dios quiere que Elías se esconda en ese lugar. Por tanto, Querit es, por naturaleza, un lugar duro y solitario. Aquí Elías sería apartado del centro de atención de todos, morando solo mientras el Señor cumple su voluntad en su vida.

De todas las lecciones que podemos aprender de estos versículos, una de las más poderosas es que nunca debemos pasar por alto el poder de la vida oculta. Fue en este lugar, oculto a la vista del público, donde Elías se convirtió en un varón de Dios. Fue aquí donde aprendió a confiar totalmente en Dios. Fue aquí donde Elías se vio obligado en aprender a apoyarse en el Señor. Mis hermanos, antes de que podamos dar algo, primero debemos recibir. Antes de que Dios pueda derramar algo de nuestros vasos, primero debe poner algo en ellos.

Todos necesitamos aprender el valor de la vida oculta. ¿Qué estoy diciendo? ¿Acaso estoy diciendo que debemos irnos a un lugar apartado de la sociedad y morar allí? No mis estimados, estoy hablando de esa parte de nuestra vida que nadie conoce. Vean esto, hay una parte de nosotros que el mundo no ve, y otra parte de nosotros que todos conocen. Y es la parte que los hombres no ven la que nos define. Esa parte de nuestra vida, es nuestra vida privada, es esa parte de nuestra vida donde estamos solos, sin que ninguna persona esté presente. Pero, esa soledad es relativa, pues, aunque no hay alguna persona humana, sí hay una persona divina que nos acompaña. Cuando estamos solos, estamos en la misma presencia de Dios. Y es en ese momento, cuando estamos solamente él y nosotros, que nos puede convertir en grandes para su gloria. Por eso, es correcto preguntar, ¿Cuánto tiempo estás dedicando a esa vida oculta? ¿Qué estamos haciendo en ese mundo oculto, que nadie puede ver, pero que estamos, precisamente delante de la presencia de Dios?

Por supuesto, hay ocasiones en las que pensamos que Dios debería usarnos más. Sin embargo, cuando nos esconde de los ojos del mundo, su plan es hacernos crecer en privado para poder mostrarnos en público. Una vida que se vive en soledad, ante el Señor, es una vida que un día será usada para traerle gran gloria a Él. Miren, Dios quiere que vayamos al lugar donde somos encontrados fieles, y esa vida, es una que está escondida de los demás. Cuando seamos fieles allí, Él expandirá nuestra esfera de influencia y nos sacará del escondite. Recuerde lo que dice Lucas 16:10, “El que es fiel en lo muy poco, también en lo más es fiel; y el que en lo muy poco es injusto, también en lo más es injusto”.

Por lo tanto, debemos llegar al lugar donde estemos tan dispuestos a ser escondidos como a ser usados. ¡Esa es la naturaleza de Querit! Puede significar que somos pasados por alto, o que nos quedemos fuera; sin embargo, nunca debemos olvidar que Dios sabe dónde estamos. Entonces, apártate a Querit, para que, a su tiempo, Dios nos use públicamente.

¿Es tan necesario ese lugar? Dice el verso 4, de 1 Reyes 17, “Beberás del arroyo; y yo he mandado a los cuervos que te den allí de comer”. Si usted entiende la palabra “allí”, sabrá que hace referencia a un lugar específico. Por tanto, ese era el único lugar donde Elías podría estar, y estar bien con Dios. Si él hubiera ido a cualquier otro lugar, sin duda que habría muerto de hambre. Dios había ordenado provisiones para Elías, pero había ordenado que fueran entregadas en el arroyo de Querit. Por tanto, ese era el único lugar para estar.

Cuando el Señor nos envía a un lugar difícil en la vida, existe la tendencia a querer estar en otro lugar. Después de todo, ¿a quién le gusta el dolor? ¿A quién le gustan las enfermedades? ¿A quién le gustan los problemas financieros? ¿A quién le gusta luchar? Pero, independientemente de nuestros gustos o proyectos, Dios nos envía “al arroyo de Querit”. Y él sabe lo que está haciendo. ¡El único lugar donde podemos estar es donde Dios nos envía! Si nos encontramos en una situación difícil, no podemos hacer mejor que someternos a ella, como la voluntad de Dios para nuestras vidas, y aprender a confiar en él mientras estamos allí. Pero, cuando no lo hacemos, nos estamos olvidando de quien realmente tiene el control Quiero recordarles que, si el Señor nos ha enviado a Querit, es simplemente parte de su plan. Por lo tanto, solo tenemos dos opciones, o morir de hambre en cualquier otro lugar, o hacer lo que hizo Elías. Dice el verso 5, “Y él fue e hizo conforme a la palabra de Jehová; pues se fue y vivió junto al arroyo de Querit, que está frente al Jordán”. En otras palabras, podemos elegir ser miserable a medida que atraviesas las dificultades de la vida, o podemos elegir regocijarnos en la voluntad de Dios, a pesar de la situación difícil que padecemos. Cuando elegimos esta dirección correcta, entonces, y solamente entonces, podemos cumplir 1 Tesalonicenses 5:18, Dad gracias en todo, porque esta es la voluntad de Dios para con vosotros en Cristo Jesús”.

Hay un lugar para nosotros que ha sido ordenado por Dios. No podemos hacer nada mejor en la vida que seguirlo voluntariamente y estar allí. Puede ser un lugar difícil. Puede ser un lugar que duele. Puede ser un lugar aterrador; sin embargo, si el Señor ordenó ese lugar para nosotros, ¡entonces no podemos hacer nada mejor que someterse a él!

ESTA UNIVERSIDAD CONTIENE PROVISIONES.

Dice 1 Reyes 17:4-6, “Beberás del arroyo; y yo he mandado a los cuervos que te den allí de comer. Y él fue e hizo conforme a la palabra de Jehová; pues se fue y vivió junto al arroyo de Querit, que está frente al Jordán. Y los cuervos le traían pan y carne por la mañana, y pan y carne por la tarde; y bebía del arroyo”.

Elías es enviado al medio de la nada para esconderse. Por supuesto, sabemos que Dios lo envió allí por dos razones principales: Protección y entrenamiento. Pero, también Dios promete a Elías que sus necesidades serán satisfechas mientras él esté allí. La lección de estos versículos es esta: el llamado de Dios siempre va acompañado de provisiones. Él nunca nos enviará a un lugar en la vida donde no nos provea lo que necesitamos. Pero, usted necesita atravesar ese lugar. Ese lugar contiene todas las provisiones necesarias. Pero hay que cruzar ese lugar.

Según el versículo 4, ese lugar involucra una planificación anticipada. El texto dice, “yo he mandado”, lo cual nos dice que, antes de que sugiera esa necesidad, Dios ya tenía las provisiones listas y en su lugar. Cuando creó el mundo, se aseguró de formar ese pequeño arroyo para Elías. Antes de decirle al profeta que fuera a Querit, Dios ya había ordenado a los cuervos que cuidaran de él. Esto nos permite saber que nada toma por sorpresa a Dios. Cando esto sucedió, Dios no se rascó la cabeza y dijo, “¡Oh, no! ¿Qué voy a hacer ahora? ¿Cómo mantendrá la vida este hombre?”

Necesitamos recordar que nuestro “Querit” siempre viene equipado con la provisión de Dios. ¡Servimos a un Dios vivo, y que siempre está despierto! Esa es una verdad que nunca podremos comprender, pero que ciertamente podemos disfrutar. Antes de que amanezca, mañana, el Señor ya está allí y ya ha puesto lo que necesito en el camino que tomaré. Independientemente de la circunstancia o dificultad, Dios ya ha preparado el camino que tomaré, como dijo el Salmista, “Por Jehová son ordenados los pasos del hombre, y él aprueba su camino” (Salmo 37:23).

Esta es la verdad que Pablo encontró durante su prueba de fuego con el aguijón en su carne (2 Corintios 12:7-10). ¡A Pablo se le dijo que el Señor ya había suplido su necesidad antes de que surgiera! Dice el verso 10, “Por lo cual, por amor a Cristo me gozo en las debilidades, en afrentas, en necesidades, en persecuciones, en angustias; porque cuando soy débil, entonces soy fuerte”. ¿Lo ven? Dios había suplido la necesidad de Pablo antes de que surgiera.

Ahora, la provisión que hay en la universidad de Dios, involucra una provisión asombrosa. Dice 1 Reyes 17:6, “Y los cuervos le traían pan y carne por la mañana, y pan y carne por la tarde; y bebía del arroyo”.

Dios usó un arroyo y algunos cuervos para mantener a Elías mientras estaba viviendo en Querit. Esto es notable, porque los cuervos son “carroñeros”. Ellos se alimentan de la carne de los muertos. Sin embargo, Dios los usó para traer el alimento necesario que sustentaría la vida del profeta. ¿Cómo sucedió? No lo sé, el punto es que Dios usó las leyes de la naturaleza para satisfacer las necesidades del profeta.

Nunca olvidemos que Dios sabe lo que necesitamos. Y si lo sabe, entonces moverá cielo, mar y tierra para ver que sean satisfechas nuestras necesidades. Él sabe dónde estamos y sabe dónde están las provisiones que necesitamos. Él dirigirá nuestro camino hacia el lugar donde Él pueda satisfacer nuestras necesidades. Pablo dijo, “Mi Dios, pues, suplirá todo lo que os falta conforme a sus riquezas en gloria en Cristo Jesús”.

Esta provisión, en la universidad de Dios, implica una paz abundante. Dice 1 Reyes 17:5, “Y él fue e hizo conforme a la palabra de Jehová; pues se fue y vivió junto al arroyo de Querit, que está frente al Jordán”. Noten que, la narración bíblica nos dice que, Elías, “fue e hizo conforme a la palabra de Jehová”. Cuando Dios mandó, Elías simplemente dio un paso hacia adelante, exhibiendo así su fe y su obediencia. ¡Ese es el secreto para sobrevivir a las experiencias en Querit! Tenemos que llegar al punto donde no cuestionaremos a Dios, sino que, en cuanto él hable, responderemos haciendo lo que él nos dice que hagamos. Cuando él dice, “Buscad primeramente el reino de Dios”, entonces no haremos otra cosa sino esa. Mis hermanos, cuando estemos en la nómina de Dios, Él pagará nuestro camino (Mateo 6:25-34, ¡no os afanéis!). Pero, cuando usted elija ir por un camino que él no ha ordenado, entonces más vale que esté preparado, porque usted pagará por ese camino. ¿Lo quiere ver usted? Vean lo que dice Jonás 1:1-3, “Vino palabra de Jehová a Jonás hijo de Amitai, diciendo: 2Levántate y ve a Nínive, aquella gran ciudad, y pregona contra ella; porque ha subido su maldad delante de mí. 3Y Jonás se levantó para huir de la presencia de Jehová a Tarsis, y descendió a Jope, y halló una nave que partía para Tarsis; y pagando su pasaje, entró en ella para irse con ellos a Tarsis, lejos de la presencia de Jehová”. Aprendamos esta lección de Querit: Los siervos de Dios deben llegar al lugar donde confían solo en Dios, y confiar en él absolutamente. Elías no tenía nada más que la promesa de Dios, pero para él eso era suficiente para saber que todo estaría bien.

LA UNIVERSIDAD DE DIOS, REPRESENTA EL PLAN ORDENADO POR DIOS.

Dice 1 Reyes 17:5-6, “Y él fue e hizo conforme a la palabra de Jehová; pues se fue y vivió junto al arroyo de Querit, que está frente al Jordán. Y los cuervos le traían pan y carne por la mañana, y pan y carne por la tarde; y bebía del arroyo”.

Como vemos, este fue un plan soberano. Note que Dios tenía el control absoluto de la situación. Los cuervos hicieron lo que les había mandado y le llevaron pan y carne al profeta dos veces al día. El arroyo también continuó proporcionando refrescante agua. Todo esto fue ordenado por el Señor para enseñarle al profeta que Dios tenía el control absoluto de lo que sucedió. Cuando el Señor nos pone en un lugar donde no podemos hacer nada más que confiar en Él, entonces, y aparte de nuestra salvación, nos ha hecho el favor más grande que podamos imaginar. Cuando llegamos al lugar donde confiamos en Él y solo en Él, hemos alcanzado un gran nivel de crecimiento.

Su plan, es un plan satisfactorio: satisfactorio porque Elías disfrutó del cumplimiento de las promesas que el Señor le hizo. Recibió exactamente lo que el Señor le dijo que recibiría. Descubrió que Dios era veraz. ¡Nada significa tanto para un santo que sufre, como la paz de saber que Dios tiene el control! Puede que no nos guste la situación en la que nos encontramos, pero si sabemos que Dios va a cuidar de nosotros, entonces podemos estar satisfechos en cualquier lugar, con cualquier cosa.

Su plan, fue un plan que implicaba sumisión. Note que el versículo 5 nos dice que “fue y vivió junto al arroyo”. Elías no fue allí para un viaje de campamento durante la noche. Él fue a ese arroyo y se estableció allí, moró allí. Tenía la intención de vivir en ese lugar hasta que el Señor viniera y le dijera que se fuera a otro lugar. Cuando hagamos lo mismo, será cuando comencemos a disfrutar de la verdadera victoria en nuestras vidas, independientemente de las circunstancias en las que nos encontremos. Cuando llegamos al lugar donde podemos someternos a la voluntad del Señor para nuestras vidas, no importa lo malo que podamos pensar que es, entonces estaremos en el camino hacia la ayuda y la bendición de Dios, y con Pablo, podremos decir, “he aprendido a contentarme, cualquiera que sea mi situación. Sé vivir humildemente, y sé tener abundancia; en todo y por todo estoy enseñado, así para estar saciado como para tener hambre, así para tener abundancia como para padecer necesidad. Todo lo puedo en Cristo que me fortalece” (Filipenses 4:11-13)

Todo el propósito del plan de Dios era ayudar a Elías a llegar al lugar donde pudiera confiar en Dios un día a la vez. ¿Qué creen ustedes que pasó por la mente del profeta durante su primera noche? ¿Será que hubo un poquito de temor? ¿Aparecerán los cuervos? ¿Habrá carne y pan por la mañana? Pero, a medida que pasaban los días y Dios demostró que era fiel y digno de confianza, Elías aprendió a caminar por fe. Mis hermanos, ¡ahí es donde el Señor quiere llevarnos también! La Biblia nos dice que “el justo por la fe vivirá” (Romanos 1:17). Dios quiere que lleguemos al lugar donde no sabemos qué paso dar a continuación. Quiere que seamos totalmente dependientes de Él. Quiere que descansemos en Sus brazos por fe, sin miedo. Y entonces, ¡Él nos pondrá en Querit para que eso suceda! ¡Él nos apartará y nos cortará para enseñarnos a confiar plenamente en Él!

EL PROBLEMA QUE DIOS ORQUESTÓ.

Dice 1 Reyes 17:7, “Pasados algunos días, se secó el arroyo, porque no había llovido sobre la tierra”.

Aquí tenemos un arroyo seco. ¡El agua que da vida simplemente se secó! Imagínese cómo debió haberse sentido Elías al ver que ese arroyo se hacía más pequeño cada día. Un día, su sonido no fue tan fuerte como el día anterior. A medida que pasaban los días, el arroyuelo comenzó a estrecharse. Entonces, ¡un día todo desapareció! No quedó nada más que un lecho de arroyo seco y agrietado.

¡Esto también nos pasa a nosotros! Ese trabajo en el que hemos invertido nuestras vidas se seca. Ese compañero al que nos hemos entregado a nosotros mismos nos abandona por completo. Nuestra salud que siempre ha sido tan robusta se rompe. Independientemente de las circunstancias ¡El arroyo se ha secado! Cuando nos enfrentamos a este tipo de pruebas, nunca debemos perder de vista dos grandes verdades:

  1. El Dios que provee el agua también puede retener el agua. ¡Él tiene el control de nuestras vidas! Y eso es lo que Elías estaba a punto de descubrir, pues Dios ya tenía preparado otro lugar para él. ¡Así es con nosotros! Cuando nuestro arroyo se seca, ¡Dios tiene otro canal de bendición ya preparado para nosotros!
  2. Un arroyo seco no siempre es una señal del disgusto de Dios. Ciertamente, Dios usa los eventos de la vida para castigarnos cuando caminamos fuera de Su voluntad. Sin embargo, hay ocasiones en las que Él dejará que tu arroyo se seque en medio de tu servicio. Le sucedió a Abraham cuando fue llamado a ofrecer a Isaac. Le sucedió a José mientras ministraba en la casa de Potifar. Le sucedió a Pablo mientras servía fielmente a Dios en Listra. Le sucedió a Jesús mientras agonizaba en Getsemaní y cuando dio su vida en propiciación por nuestros pecados en el Calvario.

A veces, los arroyos de la vida se secan, porque Dios está complacido con nosotros y desea llevarnos a cosas nuevas y mejores. Él nos conoce y sabe que seríamos reacios a dejar un lugar donde todo iba a la perfección. Por lo tanto, Él secará nuestro arroyo y hará que estemos dispuestos a ir a donde Él nos lleve.

A veces, Dios permite que el arroyo se seque porque somos culpables de confiar más en sus dones que en él mismo. ¡Debemos aprender a mirar al Señor y no a Sus dones! Incluso cuando los dones se acaben, ¡debemos confiar en Él por fe!

El arroyo se secó, y ahora tenemos a un profeta devastado. Apenas puedo imaginar cómo se habrá sentido Elías cuando ese arroyo se secó ante sus ojos. Me pregunto si se sintió abandonado. Me pregunto si él sintió que Dios de alguna manera lo había defraudado.

¿Alguna vez se han sentido abandonados por el Señor, cuando uno de sus arroyos se secó? Solo quiero que sepan que Dios no los ha desamparado. De hecho, cuando están parados ahí mirando un arroyo seco, la atención de Dios está más enfocada en ustedes que cuando el arroyo lleva agua. Mis amigos, Dios no puede olvidarnos. Isaías 49:14-16, dice, “Pero Sion dijo: Me dejó Jehová, y el Señor se olvidó de mí. ¿Se olvidará la mujer de lo que dio a luz, para dejar de compadecerse del hijo de su vientre? Aunque olvide ella, yo nunca me olvidaré de ti. He aquí que en las palmas de las manos te tengo esculpida; delante de mí están siempre tus muros”.

Dios a menudo permitirá que su pueblo se siente junto a un arroyo seco. Cuando suceda, y sucederá, nunca crean ni por un instante que Dios de alguna manera se ha olvidado de ustedes, o que él los ha abandonado. Si están en Su voluntad, donde Él quiere que estén, entonces pueden descansar en Su promesa. Como Elías, cuando su arroyo se seque, Dios tiene un nuevo canal de bendición que Él revelará en Su tiempo.

El arroyo seco presenta una situación dinámica. Para Elías, ese arroyo seco debería haber sido suficiente para gritar, ¿por qué? ¿Y por qué preguntaría sobre la razón de haberse secado?

Primero, porque sus oraciones habían sido contestadas (Santiago 5:17-18).

Segundo, porque su profecía se había cumplido (1 Reyes 17:1)

Entonces, ¿Cuál fue la razón? El arroyo seco de Elías surgió porque Dios estaba complacido con el profeta. Eso no tiene sentido desde el punto de vista humano, ¡pero es cierto de todos modos! Necesitamos llegar al lugar donde entendemos que Dios seca los arroyos de la vida porque Él tiene algo aún más grande en el camino. A veces, los arroyos se secan porque has hecho todo correctamente. Dios acaba de elegir ese arroyo seco como el vehículo para llevarlo a un nuevo lugar de bendición.

CONCLUSIÓN.

Recuerde que Dios está enviando a Elías a la universidad. Está entrenando a un profeta. Está edificando un hombre de Dios. Dios sabe que antes de que Elías pueda tomar el poder en el monte Carmelo, primero debe ser quebrantado en Querit. Su objetivo es el mismo en nuestras vidas hoy. Muchos de nosotros hemos asistido a la misma universidad a la que asistió Elías. Fuimos alumnos de la Universidad del arroyo. Algunos otros están a punto de inscribirse, y mientras lo hacen, tal vez se pregunten qué hacer y cómo lograrlo. Mi consejo es que no tarden en venir al lugar donde le entreguen todo al Señor y confíen en que Él cuidará de ustedes.

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